viernes, 2 de junio de 2017

Una ruta quijotesca

Tenia que conseguir cruzar aquella frontera como fuese, no nos podíamos quedar en ningún campo esperando a que alguien nos acogiera en su país. Tenía que buscar otras opciones. 

En el primer intento fue un desastre y nos pilló la policía nos golpearon con porras y echaron gas lacrimógeno. Y así en los últimos dos meses, hasta que al final nos cogió la policía y no llevaron a una comisaria, comprobaron que habíamos intentado cruzar la frontera más veces y decidieron reportarnos porque tampoco ningún país quería acogernos.

No me lo podía creer, no quería creerlo. Todo lo que habíamos conseguido, todo lo que habíamos perdido. No era justo, no era justo tener que huir de mi casa, mi familia y de mi vida y perder todo lo que habíamos perdido. Llevábamos un año para llegar a un campo de concentración. Tenía 16 años, y ya no me preocupaba que vestido ponerme para la fiesta de sábado o si el chico que me gustaba se fijara en mi, ahora me preocupaba si conseguiría un jersey para no pasar frío por las noches de invierno o que nadie se fijara en mi por si alguien tenía intenciones ocultas y pudiera hacernos daño, buscar comida, un techo.

He descubierto algo, valora lo que tienes porque un día alguien tendrá el valor de arrebatarte todo lo que quieres. Tu humanidad. A ti misma.


Diario de un refugiado.

Se encontró este diario tras el tiroteo ocurrido el pasado martes en el aeropuerto de Madrid, la joven aferrada sin vida a su hermano menor tenía este diario en sus sangrientas manos.




El pasado martes se filtro un video que conmociono a todo el mundo. El tiroteo acabo con la vida de 12 personas y mas de 50 heridos. En ese video se veía como una hermana se aferraba desesperada a su hermano que lo habían disparado y se encontraba sin vida, ella antes de recibir un disparo cogió un boli y escribió " Hacedlo por todos.", tras escribir esto la joven recibió un disparo y falleció.

Esta joven resulta ser una chica cualquiera hasta que se ve obligada a huir de su país por la guerra.

Esta mañana su padre que no pudo partir con ellos ha ido a buscar los cuerpo de sus hijos. "Asi es como veo a mis hijos después de 1 año, muertos" decía desconsolado tras salir de la comisaría. El padre ha decidido publicar el diario de su difunta hija, titulándolo " Los horrores de la guerra"




Hola, soy Pilar Polo
la chica que ha estado
escribiendo este blog,
todo esto ha sido algo
ficticio, un trabajo pero
¿Y si lo lo fuera? No tendríamos
que mirar a otro lado, esto, esta pasando,
a gente corriente. Podrías ser tu.






martes, 16 de mayo de 2017

Lazarillo a la fuerza.


Vuestra merced e de informaros sobre el porque de este caso, el porque de todo la razón de esta situación en la que nos encontramos.

No tuve elección, tuve que cruzar la frontera porque no tenía otra opción, solo hehe a correr y conseguí cruzar la frontera junto a mi hermanos para así conseguir el futuro que soñábamos. Déjame explicártelo desde un principio, desde un principio no tan lejano no tenemos demasiado tiempo para entretenernos.

Tras todo el infierno vividos conseguimos llegar a un campo militarizado, en el que por un instante se me paso por la cabeza la idea de que ya habíamos tocado fondo, era inviable que la situación empeorase.

Llegamos aquel lugar en el que habían tanques gigantes y militares armados que limitaban el acceso de voluntarios y refugiados, las condiciones eran horribles (y yo pensé que habíamos tocado fondo), apenas habían médicos que pudieran atendernos. Por no olvidar el constante ruido de cazas y tanques sobrevolándonos en que el miedo era constante, se pensaran que no debimos tener suficiente con los cazas y sus sonidos en nuestros países.

La situación empiezo a ir peor las fronteras se cerraron y mi hermano y yo no podríamos quedarnos allí viendo como nos consumimos en la miseria, tenía que buscar un futuro para nosotros. Se lo debía a todas las personas que perdí en el camino. Yo aun mantenía la esperanza de que mi prima mandase algún tipo de ayuda y viniesen a por nosotros, per mientras tanto no me podía quedar de brazos cruzados, eso jamas.

Tras escapar por la noche con lo que llevábamos puesto conseguimos llegar a un campo en el que me plantee si había sido una buena idea dejar atrás el militarizado, las condiciones eran malas. Se les conocía por ser montados y asentados en el momento en el que no hay otro lugar al que ir, porque es quedarse allí o volverte a tu país y todos prefieren quedarse.

A los dos dias no echaron policías de aquel lugar y no quería volver tampoco al lugar del que veníamos cualquier cosa era mejor que el sonido de caza y unos kilómetros de allí había una campo improvisado en el que nos asentamos y las condiciones eran peores que cualquier otra pero aun así tenían aquella calidad de familia que mi hermano y yo añorábamos tanto. Lo bueno de tener que pensar planes en conseguir comida y el hambre apenas nos dejaban tiempo en pensar en lo solos que estábamos y lo injusto que era todo.

La situación se fue de las manos y a pesar de extrañar el calor de tu familia el rugido de mis tripas sonora aun mas que aquella llamada de cariño y afecto. Y tuvimos que marchar de allí.

Fuimos aun campo que se encontraba en un estadio olímpico pero ese tiene poca relevancia, y apenas hay nada que contar porque pudimos estar allí apenas días.

Allí teníamos más tiempo para pensar en aquellas experiencias que intentábamos hundir en aquel mar que se llevo a mi madre o en enterrar en recuerdo de mi padre en aquella playa en la que nos dejo. 

Que malo es el tiempo que destruye, que quita, que marchita, que cambia las cosas, que mata, que impacienta, que crea desesperación.

Tras marcharnos de nuestra carcel de la depresión  fuimos al mejor lugar que podríamos haber encontrado y en que campo desarrolle distintos oficios como frutera en el que mi jefe era un viejo cascarrabias que me trataba como a un perro así que antes de dimitir le eche con una jeringuilla de la ONG leche caducada a todas la frutas de su tienda de tal forma que todas se pusieron malas estuve toda una noche pero mereció la pena. Luego de panadera en el queme trataban mejor pero no tenia dinero para pagarme así que tuve que marcharme y conseguí trabajo en la ONG cuidando niños pequeños en este trabajo también ayudo mi hermano y así estaríamos juntos ya que no quería separarme de el.

Pero aun así llevaba meses de campo en campo y aun ninguna país nos había recibido asi que no tuve mas opción lo juro, os lo juro mi merced no tuve alternativa de a ver sido así yo jamas hubiera optado por semejante opción.Pero no tuve alternativa, no me dejasteis alternativa.

sábado, 29 de abril de 2017

Beatus ille

    Habíamos llegado a una comisaría  y la espera se hacía eterna, había gente que llevaba un día esperando a que les atendieran. Estaba desbordada.

    Y yo solo pensaba en mi madre en que haría ahora, estaba muy perdida  como si estuviera en un laberinto en el que no hubiese salida alguna, que fuera una trampa de ratones hambrientos desesperados por comer   migas de cualquier cosa que vean.

Y ahora me conformo con lo que sea, no me importa dormir en el suelo pero después de todo lo que he perdido por el camino que no me devuelvan a casa. Si ahora estoy perdida no se como estar allí. Solo quería irme de aquí y empezar de nuevo. Mi hermano estaba cansado y ambos estábamos en ruinas como Roma, anudados como Venecia y y rotos como un vaso de cristal después de caer al suelo.

Estaba sola, estábamos perdidos.

Conseguimos pasar el control policial y nos llevaban a un campo de refugiados, allí tendríamos que arreglárnoslas para sobrevivir. Comencé a llorar, escuchaba la brisa de la primavera que sustituía  a los aviones de mi ciudad, el canto de los pájaros en sustitución de balas y bombas y el sonido de risas y risas por el de gritos y llantos. Sustituimos el caos por la paz y la presión constante que tenía en el pecho desapreció.

Mi hermano y yo estuvimos de la mano desde la muerte de mi madre, la vida desde nuestra huida ha sido un giro de 180 grados constantemente, me gustaba la sensación de que ya la vida no nos podría dar más giros. Me gustaría que todos estuviéramos allí no me hago aun a la idea de que tenga que ejercer de madre por la fuerza. Me han obligado a madurar antes de tiempo.

Hebe la diosa de la juventud había decidido que era hora de madurar quiso que creciera antes de lo que yo había previsto, todo esto es culpa de los dioses; Acanmante por comenzar con la guerra, Tique por tan mala fortuna darme,  Poseidon por llevarse a mi madre en el mar, Elpis la diosa de la esperanza me la ha arrebataba constantemente y sobretodo Kore que no hacía más que llevarse a la gente que quería y a estado tan presente desde que comenzó la guerra.  


Vivo sin vivir en mi,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero...


LLegamos al campo y todo era distinto a cualquier realidad que habíamos pensado, apenas había sitio y comida para nadie, habían tres grupos de agua potable para 22.000 personas que odian haber allí una vez más Elpis había vuelto de visita y nos había arrebatado la esperanza.

Habían personas que llevaban meses allí sin recibir ninguna ayuda del exterior, no me lo podía creer era algo irreal y de pronto me invadió una rabia inmensa que hardía como el fuego y una tristeza helada que quemaba como el hielo.  

sábado, 25 de febrero de 2017

Coplas a la muerte de su madre.

“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir…”

No me lo podía creer, estábamos apunto de subirnos a un barco dejar atrás todo lo malo que nos había pasado. Y quién sabe, a lo mejor volvíamos a ver a nuestro padre. Era aproximadamente las cinco de la tarde pronto empezaría a oscurecer así que a mí me daba algo de miedo.

Nos habían quitado nuestro equipaje, bueno, lo poco que nos quedaba y de alguna forma nos han quitado parte de nosotros, de la poca humanidad que nos quedaba , la poca parte que quedaba de nosotros es parte que necesitas ver para recordarte quien eres o quien eras, algo que se nos olvidaba a menudo y necesitábamos recordar de vez en cuando. Me sentía despojada de mí, de donde venía, de la gente que se quedo atrás para que yo siguiera a delante.

“Los estados y riqueza,
que nos dejen a deshora
¿quién lo duda?
No les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda,
que bienes son de Fortuna…”

La lancha llevaba demasiada gente y no era muy grande. Empezó a oscurecer y la marea subía y la lancha se movía muchísimo y eso me hacía pensar aun más en que nuestras vidas están en juego y no quería perder a nadie más, mi madre estaba muy pensativa y mi hermano medio dormido.


“contemplando

cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando...”

De pronto el barco de empezó a mover más de lo normal, las olas comenzaron a crecer hasta convertirse en olas de varios metros y la barca volcó y de pronto se empezaron a oír gritos. Y los chalecos no hacían su función. empece a buscar a mi madre y hermano estaban juntos, intente acercarme pero la marea me arrastraba y mi madre intentaba que mi hermano no se hundiera. ¡Se estaba ahogando ! sentía muchísima impotencia de no poder hacer nada de pronto una ola me hundió.

Sus grandes hechos y claros
no cumple que los alabe,
pues…

Puede que no siempre tuviera una sonrisa para todos, pero si necesitabas ayuda allí estaba ella. Preparaba los mejores cocidos de toda España y unos gazpacho que curaban a enfermos. siempre iba a estar allí para lo bueno y mas para lo malo. Era mi madre no al podía perder a ella tampoco que iba hacer yo sola o con mi hermano siempre Ha sido la que nos ha guida si no esta ella yo me muero, es el pilar más importante de mi vida. Solo ella me conoce de verdad como para juzgarme me tuvo nueve meses en su vientre y a estado conmigo desde entonces.

No sería lo mismo sin ella, ¿ donde quedarían esos domingo de pelis?, ¿quien sería ahora la que me ayude cuando me he dado de bruces contra la pared?, ¿quien me ayudaría a levantarme cuando me he caído? si se va ella, yo me muero. Es la única persona que siempre ha estado ahí, incluso cuando no había nadie más. Es mi vida. me quitarían lo poco que queda de mí, ya si que realmente estaría perdida.

De pronto note una presión en el pecho y abrí los ojos de golpe, escupí muchísima agua que había tragado y de pronto me vino a la cabeza la imagen de mi hermano y me levante de golpe estaba en una playa y habían unos señores que me habían reanimado. Estaba mareada y solo buscaba a madre y hermano.

Le vi estaba sentado en la arena tapado con una manta alado de un cuerpo cubierto por un papel muy raro. En seguida supuse que mi madre no había sobrevivido y caí de rodillas a la arena y rompí a llorar. Me acerque a mi hermano y nos abrazamos.

Había mucha gente llorando y gritando pero yo era incapaz de oír nada, no tenía una manta ni nada pero no sentía frió, ni hambre, ni nada. No sentía absolutamente nada.

Vino una señora y nos dijo algo, ignore lo que dijo y nos llevaron a un coche y de allí a una comisaria. No recuerdo nada del paisaje, ni como era el coche, ni la gente, no recuerdo nada.

Me habían quitado mi humanidad.

“cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado

fue mejor.”

sábado, 11 de febrero de 2017

De la prisión a la deriva.

“sino yo triste y cuitado
que vivo en esta prisión
que ni sé cuando es día
ni cuando las noches son”
Cuando llegamos aquel centro, lo primero que pensé era en lo mal que olía y lo sucio que estaba todo por un momento eche de menos aquel piso en el que estuvimos durante tanto tiempo. Había como veinte personas o más persona en jaulas o lo que fuera aquello demasiado pequeñas para tanta gente y el agua no tenía pinta de ser muy fiable

Aun así había gente trabajando, pero estaba demasiado delgada otros tenía aspecto enfermo posiblemente por el agua. Empezaron a separar familia tuvimos suerte y continuamos juntos, pero nos quitaron nuestro equipaje, dinero etc. Pero mi madre antes de que nos lo quitaran se lo guardo dentro de la camiseta a pesar de que no era mucho pero lo íbamos a necesitar en algún momento.

Nos metieron en una de esas jaulas con otras decena de personas algunas llevaban semanas, otras muchísimos meses o algunos incluso un año.Y como vuelvo a repetir las condiciones era deplorables. Y no creo que hayamos hecho nada malo como para merecer esas condiciones, los presos tienes mejores condiciones que nosotros. 

A pesar de todo aquello estábamos juntos y creo que era los más importante de todo. Había un un mujer que acercaba por las mañanas cuando no había tanta vigilancia y nos mantenía informados del exterior, de todo lo que pasaba o nos contaba historias a los niños y luego nos daba una migaja de pan, que a pesar de ser una migaja se agradecía. De pronto un día no volvió porque aumentaron la vigilancia, todos estábamos muy triste, algunos muy enfadamos e indignados.

Unos meses después estábamos muy delgados, y algunos empezaban a enfermar. De pronto nos soltaron habían demasiadas personas y nos soltaron sin más, por la zona oímos algunas personas hablar de un traficante que nos podía llevar desde Italia a Córcega y estaba dentro del precio que un nos podíamos permitir. Y el hombre acepto llevarnos. No estábamos muy tranquilos porque siempre que habíamos estado cerca de conseguirlo, todo daba un giro de ciento ochenta grados.



Quién hubiera tal ventura 

sobre las aguas del mar,

como hubo mi familia 

la mañana de otoño

yendo a buscar mi vida 

para su falcón cebar,

vio venir una galera

que a tierra quiere llegar

las velas trae de seda 
 
tablas de fino coral.

Compañero que la guía

diciendo viene un cantar 

que la mar ponía en calma 

los vientos hace amainar

las aves que van volando

al mástil vienen a posar.

A el hombre hace andar

camino a una barca ira.

Respondiole al compañero

tal respuesta le fue a dar

"Yo no digo mi canción

sino a quien conmigo va".

  

 



sábado, 28 de enero de 2017

Conde Lucanor

        De pronto un traficante debió de enterarse de mi problema y aquel hombre se acerco y me propuso una solución, me dijo que podía hacer que mi madre, mi hermano y yo fuésemos juntos, pero por otro camino, no iríamos por mar seria por tierra y más peligroso. Me dio media hora para darle una respuesta, el preció podíamos aun permitírnoslo. Yo no sabia que hacer no podía arriesgarme a que nos pillaran pero tampoco podía dejar que nos separaran.

        De repente vi a una niña que estaba en la casa con nosotros, habíamos hecho muy buenas migas las dos. La verdad es que es una niña que da muy buenos consejos así que cogí la mano a mi hermano y corrí hacía ella. La agarre del brazo y comencé a contarle el problema que tenía y ella decidió ayudarme contándome una historia. 

»Quienes urdían la caída del privado real aconsejaron al monarca el modo de probar sus intenciones y demostrar así que era cierto cuanto se decía de él. Para ello expusieron al rey un medio muy ingenioso que os contaré en seguida. El rey resolvió hacerlo y lo puso en práctica, siguiendo los consejos de los demás ministros.
»Pasados unos días, mientras conversaba con su privado, le dijo entre otras cosas que estaba cansado de la vida de este mundo, pues le parecía que todo era vanidad. En aquella ocasión no le dijo nada más. A los pocos días de esto, hablando otra vez con aquel ministro, volvió el rey sobre el mismo tema, insistiendo en la vaciedad de la vida que llevaba y de cuanto boato rodeaba su existencia. Esto se lo dijo tantas veces y de tantas maneras que el ministro creyó que el rey estaba desengañado de las vanidades del mundo y que no le satisfacían ni las riquezas ni los placeres en que vivía. El rey, cuando vio que a su privado le había convencido, le dijo un día que estaba decidido a alejarse de las glorias del mundo y quería marcharse a un lugar recóndito donde nadie lo conociera para hacer allí penitencia por sus pecados. Recordó al ministro que de esta forma pensaba lograr el perdón de Dios y ganar la gloria del Paraíso.
»Cuando el privado oyó decir esto a su rey, pretendió disuadirlo con numerosos argumentos para que no lo hiciera. Por ello, le dijo al monarca que, si se retiraba al desierto, ofendería a Dios, pues abandonaría a cuantos vasallos y gentes vivían en su reino, hasta ahora gobernados en paz y en justicia, y que, al ausentarse él, habría desórdenes y guerras civiles, en las que Dios sería ofendido y la tierra destruida. También le dijo que, aunque no dejara de cumplir su deseo por esto, debía seguir en el trono por su mujer y por su hijo, muy pequeño, que correrían mucho peligro tanto en sus bienes como en sus propias vidas.
»A esto respondió el rey que, antes de partir, ya había dispuesto la forma en que el reino quedase bien gobernado y su esposa, la reina, y su hijo, el infante, a salvo de cualquier peligro. Todo se haría de esta manera: puesto que a él lo había criado en palacio y lo había colmado de honores, estando siempre satisfecho de su lealtad y de sus servicios, por lo que confiaba en él más que en ninguno de sus privados y consejeros, le encomendaría la protección de la reina y del infante y le entregaría todos los fuertes y bastiones del reino, para que nadie pudiera levantarse contra el heredero. De esta manera, si volvía al cabo de un tiempo, el rey estaba seguro de -35- encontrar en paz y en orden cuanto le iba a entregar. Sin embargo, si muriera, también sabía que serviría muy bien a la reina, su esposa, y que educaría en la justicia al príncipe, a la vez que mantendría en paz el reino hasta que su hijo tuviera la edad de ser proclamado rey. Por todo esto, dijo al ministro, el reino quedaría en paz y él podría hacer vida retirada.
»Al oír el privado que el rey le quería encomendar su reino y entregarle la tutela del infante, se puso muy contento, aunque no dio muestras de ello, pues pensó que ahora tendría en sus manos todo el poder, por lo que podría obrar como quisiere.
»Este ministro tenía en su casa, como cautivo, a un hombre muy sabio y gran filósofo, a quien consultaba cuantos asuntos había de resolver en la corte y cuyos consejos siempre seguía, pues eran muy profundos.
»Cuando el privado se partió del rey, se dirigió a su casa y le contó al sabio cautivo cuanto el monarca le había dicho, entre manifestaciones de alegría y contento por su buena suerte ya que el rey le iba a entregar todo el reino, todo el poder y la tutela del infante heredero.
»Al escuchar el filósofo que estaba cautivo el relato de su señor, comprendió que este había cometido un grave error, pues sin duda el rey había descubierto que el ministro ambicionaba el poder sobre el reino y sobre el príncipe. Entonces comenzó a reprender severamente a su señor diciéndole que su vida y hacienda corrían grave peligro, pues cuanto el rey le había dicho no era sino para probar las acusaciones que algunos habían levantado contra él y no por que pensara hacer vida retirada y de penitencia. En definitiva, su rey había querido probar su lealtad y, si viera que se alegraba de alzarse con todo el poder, su vida correría gravísimos riesgos.
»Cuando el privado del rey escuchó las razones de su cautivo, sintió gran pesar, porque comprendió que todo había sido preparado como este decía. El sabio, que lo vio tan acongojado, le aconsejó un medio para evitar el peligro que lo amenazaba.
»Siguiendo sus consejos, el privado, aquella misma noche, se hizo rapar la cabeza y cortar la barba, se vistió con una túnica muy tosca y casi hecha jirones, como las que llevan los mendigos que piden en las romerías, cogió un bordón y se calzó unos zapatos rotos aunque bien clavados, y cosió en los pliegues de sus andrajos una gran cantidad de doblas de oro. Antes del amanecer encaminó sus pasos a palacio y pidió al guardia de la puerta que dijese al rey que se levantase, para que ambos pudieran abandonar el reino antes de que la gente despertara, pues él ya lo estaba esperando; le pidió también que todo se lo dijera sin ser oído por nadie. El guardia, cuando así vio al privado del rey, quedó muy asombrado, pero fue a la cámara real y dio el mensaje al rey, que también se asombró mucho e hizo pasar a su privado.
»El rey, al ver con aquellos harapos a su ministro, le preguntó por qué iba vestido así. Contestó el privado que, puesto que el rey le había expresado su intención de irse al desierto y como seguía dispuesto a hacerlo, él, que era su privado, no quería olvidar cuantos favores le debía, sino que, al igual que había compartido los honores y los bienes de su rey, así, ahora que él marchaba a otras tierras para llevar vida de penitencia, querría él seguirlo para compartirla con su señor. Añadió el ministro que, si al rey no le dolían ni su mujer, ni su hijo, ni su reino, ni cuantos bienes dejaba, no había motivo para que él sintiese mayor apego, por lo cual partiría con él y le serviría siempre, sin que nadie lo notara. Finalmente le dijo que llevaba tanto dinero cosido a su ropa que nunca habría de faltarles nada en toda su vida y que, pues habían de partir, sería mejor hacerlo antes de que pudiesen ser reconocidos.
»Cuando el rey oyó decir esto a su privado, pensó que actuaba así por su lealtad y se lo agradeció mucho, contándole cómo lo envidiaban los otros privados, que estuvieron a punto de engañarlo, y cómo él se decidió aprobar su fidelidad. Así fue como el ministro estuvo a punto de ser engañado por su ambición, pero Dios quiso protegerlo por medio del consejo que le dio aquel sabio cautivo en su casa.
»Vos, señor conde, es preciso que evitéis caer en el engaño de quien se dice amigo vuestro, pero ciertamente lo que os propuso sólo es para probaros y no porque piense hacerlo. Por eso os convendrá hablar con él, para que le demostréis que sólo buscáis su honra y provecho, sin sentir ambición ni deseo de sus bienes, pues la amistad no puede durar mucho cuando se ambicionan las riquezas de un amigo
       Cuando termino con la historia lo vi todo mas claro, fui a buscarla y le dijo que nos iríamos con otro traficante por tierra hasta Italia, salimos en busca del traficante le pagamos y nos subimos al autobús y comenzó nuestro viaje todos aun estábamos preocupados de que pasaría cuando llegásemos a Italia. Cuando estábamos apunto de llegar a Italia el conductor paro el bus y dos hombres armados subieron a el y otros dos estaban fuera. Nos detuvieron, no nos lo podíamos creer parecía mentira estábamos tan cerca, que parecía irreal. Nos llevaron a un Centro de Detención de forma preventiva.
Con la ayuda de Dios y con buen consejo, 
sale el hombre de angustias y cumple su deseo.
Esta vez no estoy tan segura de que fuera así.

sábado, 31 de diciembre de 2016

El Milagro del Stanbrook.

“La Madre Gloriosa, tan ducha en acorrer
la que suele a sus siervos en las cuitas valer
a este condenado quísolo proteger
recordose el servicio que le solía hacer…”

        Ya habíamos tenido el encuentro con el primer traficante, tenía un aspecto muy extraño. Mi padre quedo atrás, mi madre, mi hermano y yo seguimos nuestro camino. Sin él. Teníamos los billetes y mientras caminábamos hacía el barco vimos una larga cola así que supusimos que allí era donde teníamos que ir , allí seria donde estaría el hombre que nos llevara a una nueva vida. Pero la realidad fue muy distinta, cuando llegamos ahí vimos a un hombre enorme, con un arma y tenia una expresión desconfiada. Mi madre se acerco a hablar con él.
La expresión de la cara de mi madre cambió por completo y al instante la mía, mi hermano estaba aferrado a mi pierna siempre había sido muy miedoso y estaba aterrorizado. Mi madre nos dijo que hoy no nos iríamos que estábamos en lista de espera, que nos llevarían a un piso con con mas familias, dos baños y unos de ellos sin ducha.Mi madre nos animaba diciendo que al menos estábamos juntos y era de agradecer y que en unos días nos marcharíamos.
Llegamos allí olía muy mal y resultaba que apenas había sito para otras familias más. Al final los días se convirtieron en semanas y no aparecía nadie a por nosotros, la gente empezaba a desesperarse así que mi madre y yo tuvimos que empezar a hacer turnos por la noche para evitar que nos quitaran nada. La gente empezaba a enfermar por la falta de alimento y la mala calidad de vida. La gente empezaban a sospechar la posibilidad de estafa. Era cuestión de tiempo que la gente empezara a perder los papeles una mañana que mi madre se quedo dormida después de su turno le pedí a mi hermano que cuidara las cosas durante un rato. me calce y cogí unos ahorros que tenía y fui a por comida y medicinas.
Baje a la calle las piernas me temblaban y estaba aterrorizada la posibilidad de que me pillaran me aterrorizaba. Al final de la calle había un pequeño establecimiento y fui hasta el cogí los alimentos básicos: pan, cereal, leche y un par de manzanas. Salí del establecimiento y vi que en la  acera de enfrente había una farmacia compre ibuprofeno. Cuando salí de la tienda vi unos hombre en un coche y armas me paralice, mire al suelo y comencé a andar, me temblaban las manos cuando dieron la vuelta a la esquina corrí hacía el portal y subí al piso.
Llegue al piso y empecé a repartir comida entre todos, todos me lo agradecieron y por un tiempo no se hablo de la posible estafa. Varios días después dos hombres estuvieron al borde de la locura, pero antes apareció un hombre y nos dijo que había un bus esperando abajo que teníamos cinco minutos o se iban a marchar sin nosotros. La gente eufórica bajaba en masa, había gente que llevaba ahí dentro semanas. Y aunque extrañáramos a nuestro padre no podíamos evitar sonreír.
Llegamos a la playa y de pronto empezaron a separar niños de adultos, comenzaron los llantos y gritos de angustia todo era un caos  corrimos mi hermano y yo ha abrazar a nuestra madre y comenzamos  a llorar los tres. No sabía lo que tenía que hacer y menos con mi hermano pequeño a mi cargo un hombre nos separo y nos llevo a nuestra fila. Me sentía solo, triste, frustrada y atemorizada. No sabia que hacer ahora.

"Sola y perdida estoy,   no se donde voy.
Sola y perdida estoy,  no se quien soy.
Sola y perdida estoy,  no se que día es hoy.
Sola y perdida estoy, soy lo que doy."